La política hace crecer la rivalidad (1940-50)[editar]
Hubo partidos con gran cantidad de goles durante esta década. La temporada 1942-43 fue la que dejó más goles en sus enfrentamientos tanto en Liga como en Copa. En campo visitante los blancos consiguieron sacar en Liga un empate a cinco, y una victoria por 3-0 en la capital, mientras que en la edición de Copa una victoria por 3-1 de los catalanes desataría las primeras rencillas entre ambos conjuntos.
Con el país viviendo una dictadura derechista basada en el nacionalismo denominada franquismo, el club catalán vio como el jefe de estado Francisco Franco suprimía anglicismos y dialectos en todos los ámbitos del territorio para castellanizar y unificar el país, circunstancia que afectó también al panorama deportivo, por lo que el club barcelonista, afín a un propósito de autonomía de la región catalana vio como su denominación y varios aspectos más sufrían un drástico cambio. Entretanto se jugaron las semifinales de Copa de la citada edición de 1943 donde vencieron los catalanes por un claro 3-0 que se antojaba difícil de remontar. En la época la animadversión entre unos y otros en las gradas empezaba a hacerse patente, si bien es cierto que llevaba más eco desde Barcelona que al revés, circunstancia que constataron los pitos que recibía el equipo madridista en sus visitas a Les Corts. Aquel día ocurrió de igual manera como quedó reflejado en las publicaciones, hecho que en Madrid molestó en gran manera, tuviendo el presidente barcelonista que enviar una misiva al club madrileño modo de disculpa por la pitada:34
Con el país viviendo una dictadura derechista basada en el nacionalismo denominada franquismo, el club catalán vio como el jefe de estado Francisco Franco suprimía anglicismos y dialectos en todos los ámbitos del territorio para castellanizar y unificar el país, circunstancia que afectó también al panorama deportivo, por lo que el club barcelonista, afín a un propósito de autonomía de la región catalana vio como su denominación y varios aspectos más sufrían un drástico cambio. Entretanto se jugaron las semifinales de Copa de la citada edición de 1943 donde vencieron los catalanes por un claro 3-0 que se antojaba difícil de remontar. En la época la animadversión entre unos y otros en las gradas empezaba a hacerse patente, si bien es cierto que llevaba más eco desde Barcelona que al revés, circunstancia que constataron los pitos que recibía el equipo madridista en sus visitas a Les Corts. Aquel día ocurrió de igual manera como quedó reflejado en las publicaciones, hecho que en Madrid molestó en gran manera, tuviendo el presidente barcelonista que enviar una misiva al club madrileño modo de disculpa por la pitada:34
“fue totalmente ahogada con la gran ovación que los 38.200 espectadores dedicaron al club, que después del suyo, goza de las preferencias de nuestros socios, [...] teniendo interés en seguir honrados con la amistad de ese gran Club, de la que tantas pruebas tenemos recibidas.”Enrique Piñeyro Queralt. Mes de junio de 1943. Barcelona.
Sin embargo la prensa madrileña que calificó el suceso como un insulto, propició que hubiese un ambiente hostil a la lle
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