futbol mania

lunes, 2 de marzo de 2015

No obstante, las discrepancias entre las sociedades futbolísticas de la época continuaron y tres años más tarde, se producía un nuevo cisma, cuando el FC Barcelona y la Real Sociedad, entre otros equipos, se dieron de baja de la Federación para refundar la Unión de Clubs. Nuevamente, en 1913 se disputaron dos campeonatos de Copa, antes del acuerdo que permitió la reunificación definitiva del fútbol español, con la constitución de la Real Federación Española.
El nuevo organismo aprobó nuevas bases para el Campeonato de España, para poner fin a las disputas que habían marcado las últimas ediciones del torneo. Se acordó, entre otras medidas, institucionalizar los campeonatos organizados por las distintas federaciones regionales como una fase previa de la Copa del Rey. Se dividió el país en diez regiones, aunque inicialmente solo en cuatro (Galicia, Norte, Cataluña y Centro) ya existían federaciones con campeonatos regionales en marcha.
El torneo fue creciendo a medida que se ponían en marcha nuevos campeonatos regionales por toda la geografía española. Así mismo, a partir de 1927 se amplió la participación en el torneo a los subcampeones regionales. Pero a partir de 1929, con la puesta en marcha del campeonato nacional de liga, el torneo copero pasó a un segundo plano y, del mismo modo, los campeonatos regionales. Para relanzar las torneos regionales, a partir de 1931 algunas federaciones territoriales vecinas empezaron a organizar campeonatos conjuntos con sus mejores equipos –los conocidos como campeonatos mancomunados– hasta que, finalmente, en 1934, la Federación Española agrupó los distintos torneos regionales en seis Campeonatos Superregionales. Los mejores clasificados en estos torneos eran los que disputaban la Copa del Presidente de la República, nuevo título que se puso en juego en 1932 tras la caída de la monarquía y la instauración de la Segunda República Española.1
En 1936 las competiciones de ámbito nacional quedaron suspendidas por el estallido de la Guerra Civil española, aunque la actividad futbolística siguió algún tiempo en la zona bajo el control del gobierno Republicano, al este de la Península. En 1937 el Valencia CF impulsó la disputa de una Copa de España, tras haber obtenido la cesión de un trofeo para el campeón por parte del Presidente de la República. El torneo se disputó finalmente con el nombre de Copa de la España Libre y solo pudieron participar los equipos de las federaciones de Levante y Cataluña. Fue campeón el Levante UD aunque, con el posterior triunfo de los sublevados en la contienda bélica, quedaron invalidados todos los campeonatos disputados en la zona republicana. Cuarenta años después, tras la Dictadura Franquista, el Levante UD reclamó el reconocimiento de la Copa de 1937 como una edición más del Campeonato de España y logró su reconocimiento en el Congreso de los Diputados.2 Sin embargo, en 2009, la asamblea de la RFEF rechazó la oficialidad del torneo al considerar que no fue organizado por el ente federativo.
En 1939 la Federación Española de Fútbol decidió reanudar las activida

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